ESPONJAS
- Por Gregorio Gomez Mata
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- 28 oct, 2019
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Un cortometraje de Ramón San Román para concienciar sobre la violencia de género.
200, doscientos segundos son los que dura este cortometraje, tiempo suficiente para realzar uno de los problemas más graves y que se tiene olvidado, las hijas e hijos de las mujeres maltratadas.
Como bien dice en el dossier del cortometraje que Ramón personalmente nos ha enviado y que podéis ver al final de estas líneas, “los niñ@s son esponjas y los adult@s espejos” los cuales repiten las conductas de sus progenitores y en un presente no muy lejano serán los futuros maltratadores o las futuras maltratadas.
En este dossier también nos recuerda una cita que el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) publicó recientemente en el que se decía: “La Ley obliga al magistrado a adoptar las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la recuperación de los hijos, además de realizar un seguimiento periódico de su evolución, pero es algo que no se hace frecuentemente.” Y es así, la realidad es más dura que la fantasía y esta nos muestra el olvido al que están sometidas las hijas e hijos de las mujeres maltratadas, que además de haber soportado y convivido con la violencia a la que era sometida su madre, y muchas veces ellos mismos, luego les toca seguir sufriendo con visitas y convivencias interminables con el verdugo de su madre y de ellos mismos, y en muchísimas ocasiones ser la herramienta que utiliza el maltratador para seguir sometiendo a la mujer.
Como resume Ramón San Román: “Los niños son esponjas y los adultos espejos. La imitación juega un papel importante en el aprendizaje de los menores y en el desarrollo de su empatía. Nuestros espejos reflejan hoy, lo que nuestra realidad será mañana.” Nuestra obligación y la de todas las instituciones que atienden a las mujeres víctimas de violencia de género es velar por las hijas e hijos de estas mujeres, ellas y ellos también son víctimas y su futuro dependerá de la atención que les prestemos.
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